La aerolínea noruega, SAS Scandinavian Aerlines, se ha convertido en la primera en tener un avión que despegue con biocombustible. Este vuelo “más ecológico” se produjo el pasado 11 de noviembre y realizó el trayecto Bergen-Oslo.
Con un combustible compuesto por 40% de biocombustible, en concreto de aceite de cocina, el vuelo emitió un 40% menos de CO2, que el que produce un vuelo corriente. Con esta iniciativa, la aerolínea noruega se suma a otras que la compañía ya ha puesto en marcha para ayudar al medioambiente.
“La medida medioambiental más importante es tener una flota nueva y la nuestra está entre las más nuevas en toda Europa”, detalla el presidente ejecutivo de la compañía, Bjørn Kjos. El siguiente objetivo de la aerolínea es hacer que todos sus vuelos se sustenten en parte del biocombustible.
Esta compañía noruega no es la única aerolínea en firmar acuerdos con suministradores de biocombustible. La holandesa KLM o la alemana Lufthansa también han acordado con la empresa Statoil Aviation encargar alrededor de 2,5 millones de litros de biocombustible para reabastecer sus aviones en el aeropuerto de Oslo.
El biocombustible de estos primero vuelos proviene en su mayoría del aceite de cocina, aunque las compañías proveedores están buscando nuevas fuentes de energía. En el país escandinavo, se están buscando nuevas fuentes provenientes de la industria forestal, aunque según comenta Kjos “se necesita una legislación coherente”. Este gran paso en la aviación de Noruega reducirá en efecto invernadero en el país entre un 10 y un 15%.
