La energía verde está de moda. Muchas son las empresas que están buscando fuentes alternativas de energía que contaminen poco y ayuden al medio ambiente. Una de estas energías es la eólica, que en realidad se lleva utilizando desde hace cientos de años.
Los molinos de viento se han utilizado de manera tradicional para hacer funcionar motores con los que sacar agua o moler grano, por ejemplo. Sobre todo en zonas en las que los vientos suelen ser fuertes se utiliza ese tipo de energía de manera tradicional para poder realizar de manera más sencilla trabajos que de otro modo costarían muchísimo esfuerzo.
No obstante, hoy en día apenas se utilizan estos molinos de viento, los cuales se conservan a veces como atractivo turístico. Sin embargo se utilizan otro tipo de molinos con los que se generan grandes cantidades de energía. Estos molinos tiene sus aspas conectas a turbinas que a su vez cuentan con acumuladores en los que se almacena la energía eléctrica que generan.
La ventaja principal de la energía eólica es que es una energía renovable, limpia y gratuita, aunque el coste de la electricidad que se genera se ve incrementado por el precio que tiene fabricar uno de estos gigantescos molinos.